Muchas de las personas que decidieron hacer sus aportes a una AFP para algún día contar con una pensión de jubilación, lo hicieron quizá no del todo contentos con un sistema privado que debe mejorar, pero sí al menos tranquilos de que su plata no iba a estar en manos de un Estado casi siempre ineficiente y corrupto que suele meter la mano en dinero ajeno para hacer populismo, malas inversiones o, simplemente, para dar de comer a personajes como Richard Swing.
Por eso, resultaría un completo despropósito que el Congreso saque una norma que haga que parte del dinero de los aportantes a las AFP sea manejado por un ente estatal que integre los sistemas previsionales públicos y privados, y que exista un “fondo de riesgo compartido” frente a las cuentas individuales de cada trabajador. El dinero que está hoy en las administradoras privadas es de cada aportante y nadie puede venir a llevárselo.
No se puede hacer populismo con dinero ajeno. No se puede hablar de “pensión mínima” a costa de expropiarle parte de sus ahorros previsionales a quienes están en una AFP y de crear un impuesto a los empleadores formales. Y eso deberían saberlo muy bien los integrantes de la Comisión Multipartidaria del Congreso que fue creada para plantear una reforma a un sistema que mostró falencias durante le emergencia dispuesta el año pasado a raíz de la pandemia.
A cargo de este grupo de trabajo está la legisladora Carmen Omonte, candidata a la primera vicepresidencia en la plancha que encabeza César Acuña, quien ha pasado al rubro de “otros” en las encuestas de preferencias electorales hechas públicas en los últimos días. Luego de todo lo visto en los últimos años, los líderes políticos deberían hacerse responsables por los parlamentarios que colocan en el Congreso, y por quienes eligen para llevar en sus planchas.
Sería bueno saber si el líder de APP está a favor de la mencionada propuesta que se encuentra lista para ser vista por el Pleno de un Congreso del que se puede esperar cualquier cosa, y que es un verdadero peligro por su vocación ligera, populista e irresponsable. Las pensiones de miles de peruano están en juego por iniciativas de este tipo, que tocan directamente el bolsillo de los trabajadores que aspiran a tener una pensión en base a su ahorro.