Al leer el D.S N.º 002-2022-Minedu del 19 de enero que crea la Comisión multisectorial para el retorno a clases 2022, dije en un evento : “Tengo dudas sobre la efectividad de esta decisión de crear esta comisión porque hasta que se instalen, expidan su reglamento y elaboren su plan de acción ya estaremos cerca de marzo”.
Al escuchar un comentario en el mismo foro de Dante Córdova, exministro de Educación, sentí que mi preocupación era válida y escribí el tuit: “La comisión tal como está concebida con integrantes, tiempos y tareas burocráticas, poco ayudará para asegurar el desafío de las clases presenciales en marzo…”.
Córdova precisó, lo cual comparto: “La comisión es burocrática y extemporánea; al final de cuentas estará constituida por los viceministros o funcionarios de menor rango que en instalarse, hacer el reglamento y su plan de acciones se tomará más tiempo que el fijado. Por lo tanto, es altamente probable que lleguemos a marzo sin los informes indicados y en consecuencia sin las acciones que nuestros colegios requieren con urgencia para brindar el servicio educativo esperado. Hay muchas fuentes que indican las necesidades prioritarias y las condiciones mínimas que se requieren para un retorno a clases en el 2022, por lo que se hace innecesario esperar el informe de la Comisión. Lo que se requieren son acciones inmediatas”.
Lo que se necesita es liderazgo y gestión del Minedu y de las autoridades de todo el sector para el mantenimiento de los locales, medidas de bioseguridad, vacunación de profesores, personal administrativo y alumnos hasta 5 años, disponibilidad de profesores a tiempo, tecnologías y conectividad, salones con aforos suficientes, modificatorias a norma técnica, entre otros. Lógicamente se puede y debe coordinar, por ejemplo, en el Consejo de ministros, el apoyo de otros ministerios, sobre todo de Salud, Defensa, Transportes y Comunicaciones, Vivienda y MIDIS para que ayuden a la solución de los problemas.