El 13 de marzo se eligió a 108 integrantes del Senado y 273 de la Cámara de Representantes en Colombia, al tiempo que se desarrollaron elecciones primarias presidenciales en tres grandes bloques políticos: Pacto Histórico, Centro Esperanza y Equipo Por Colombia, de orientación de izquierda, centro y derecha, respectivamente.
Durante 212 años de vida republicana, los presidentes colombianos han expresado posiciones del centro y la derecha política. Sin ningún gobierno de tendencia progresista o de izquierda, explicable en parte por los últimos 60 años de violencia política expresada en grupos guerrilleros como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, el Ejército del Pueblo (FARC-EP), el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el Ejército Popular de Liberación (EPL) y el Movimiento Diecinueve de Abril (M-19), sin olvidar las fuerzas paramilitares de derecha actuando con un Estado mirando a otro lado.
Las elecciones parlamentarias combinan listas cerradas con listas abiertas con voto preferencial. Además, se puede votar en distrito nacional regional o sectorial como son comunidades indígenas, nativas o afro descendientes. Finalmente se elige entre candidatos de las llamadas zonas de paz, las que sufrieron violencia política
Los resultados dan como ganador y primera fuerza al Pacto Histórico, alianza de izquierda con el exalcalde de Bogotá y exguerrillero Gustavo Petro como favorito del 29 de mayo, con alrededor del 80% de adhesión en su espacio político y una amplia ventaja sobre su más cercano competidor en las primarias, el centrista Sergio Fajardo.
Los resultados electorales y las proyecciones expresan el agotamiento del modelo político económico y social neoliberal en Colombia, como en otros países de América Latina.
Reflexionando sobre la flexibilidad del sistema electoral colombiano y atendiendo a los resultados obtenidos, esperamos que Colombia se una al esfuerzo americano de gobiernos que atiendan las necesidades de su población y un Estado al servicio de su gente.