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A sus 42 años de edad, Iván Duque Márquez se convierte en uno de los presidentes más jóvenes de la historia de Colombia. Ayer fue ungido en la más alta magistratura de este hermano país sudamericano para los próximos 4 años. En la ceremonia vimos al expresidente Álvaro Uribe, su mentor político, deliberadamente sentado en la parte baja y en segunda fila. El flamante mandatario tiene por delante un gobierno más complejo de lo que nos podemos imaginar. Entre los retos que tiene por delante, el mayor será mantener el acuerdo de paz al que llegó su predecesor Juan Manuel Santos con las ex Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y lograr la paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda guerrilla colombiana más importante. No cabe duda, entonces, que Duque será juzgado por sus resultados. Más allá de los ajustes que llevará adelante en el acuerdo de paz con la ex FARC, su preocupación central no deberá concentrarse en su perfeccionamiento sino -repito- en su mantenimiento. Perder el tiempo en lo primero podría costarle muy caro. Sería un grave error faltar a las reglas convenidas en las negociaciones de La Habana que se hicieron por más de 4 años con los exguerrilleros. El pueblo ha elegido a Duque porque asume que el exsenador (2014-2018) sabrá mantener la paz conseguida luego de más de 53 años de violencia estructural en el país. Si al final de su mandato no firma la paz con el ELN por las razones que fueran, en el realismo político su gestión gubernamental terminaría siendo tildada de fracasada, y las que hoy son consideradas como sus mayores fortalezas -entre ellas la vigorosidad de su juventud- podrían serle imputadas como sus más letales vulnerabilidades. Así es la política, donde solo importará lo que haga antes que lo que diga. Para llevar adelante su enorme reto, deberá mostrarse con liderazgo por donde se lo mire; por ejemplo, atenuando el inevitable perfil alto de la figura de Uribe, presidente del Partido Centro Democrático, de cuyas canteras salió el propio Duque para alcanzar la Presidencia de Colombia.