Según cifras de la FAO, el consumo de pescado por habitante en nuestro país es de 25 kilos al año y ubica al Perú en los primeros lugares de América del Sur, por encima del consumo de Chile o Ecuador, que apenas alcanzan los 20 kilos.

Por su parte, según cifras del Programa Nacional “A Comer Pescado”, el consumo de pescado alcanzó una cifra récord al superar las 1,350 toneladas en la primera mitad del año, un incremento del 26% con respecto al mismo período del año pasado. Sin embargo, estas cifras si bien son alentadoras, no reflejan el consumo de pescado al interior del Perú; especialmente en ciudades como Huancavelica, Cusco o Puno, donde no se alcanzan los 10 kilos al año.

Como sabemos, incluir el pescado en la dieta diaria, en especial el jurel o la caballa, son fundamentales para combatir la desnutrición y eliminar la anemia que tanto daño causan sobre todo a nuestros niños y niñas.

Así, una medida que podría multiplicar las cifras del consumo de pescado es promover el consumo de jurel. Para lograrlo, es fundamental que se otorguen cuotas adecuadas de captura, que por un lado protejan la sostenibilidad del recurso y por el otro, promuevan el consumo de jurel en las poblaciones que más lo necesitan.

Para ello, el sector pesquero industrial puede ser un gran aliado. Solo se necesita voluntad política para ampliar las cuotas otorgadas, más aún cuando el jurel es una especie que gracias al buen manejo pesquero ha regresado a nuestras aguas. Ojalá que por la salud y nutrición de más peruanos y peruanas, y en especial de los más vulnerables ello sea atendido, y se implementen campañas, como lo hizo España en el 2015, para seguir promoviendo el consumo de un producto que es sano, rico y altamente nutritivo.