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Desde el 2016 se hicieron públicas una serie de denuncias sobre posibles malos manejos en la Autoridad Autónoma de Majes (Autodema) y el proyecto especial Majes Siguas II. Desde el Sindicato de Trabajadores, congresistas, políticos y otros daban cuenta de presuntas irregularidades que, incluso, fueron confirmadas por informes de Contraloría de la República, que recomendaban hacer las correcciones del caso.

Estas denuncias fueron recogidas por legisladores de la región Arequipa, y promovieron la conformación de una comisión investigatoria en el Congreso para aclarar estos posibles malos manejos.

Es así que se aprobó dicho grupo de legisladores bajo la presidencia de Wilbert Rozas, quien debió de iniciar ese trabajo, empero renunció a esa encargatura al presentar problemas judiciales, quedando en su reemplazo Gladys Andrade, que no hizo nada.

Tenían 180 días para desarrollar esa responsabilidad, empero pasó el tiempo y sin resultado alguno, reflejando dejadez por el resto de sus integrantes.

La prensa arequipeña, en especial Correo, ha revelado parte de estas denuncias, las mismas que siguen en esa condición sin conocer si existió o no responsabilidad en funcionarios y personas que tomaron decisiones en Autodema, así como en el proyecto Majes Siguas II, pues para eso están las comisiones investigadoras, Contraloría, Ministerio Público y Poder Judicial.

Los cuatro congresistas arequipeños que también son parte de dicho grupo: Ana María Choquehuanca, Sergio Dávila, Horacio Zeballos y Alejandra Aramayo tienen que cumplir con su labor fiscalizadora y, al menos, dar un informe sobre lo que realmente pasa en Majes Siguas II y Autodema. Arequipa espera explicaciones y menos figuretismo.