El presidente Pedro Castillo está en su hora más difícil y poco o nada va a lograr si insiste con su discurso de victimización y sensiblería, con el que pretende mostrarse como un “hombre humilde y del campo que trabaja por su pueblo”, que está bajo el ataque de los “grupos de poder” que no permiten que un “rondero y campesino” haya llegado al poder. Eso estuvo bien para la campaña, pero ahora que sale un pestilente olor de Palacio de Gobierno, la cosa es diferente.

Además, hace mal el mandatario en presentarse como un hombre que personifica al peruano humilde, de a pie y del ande. Eso es una ofensa. El ciudadano emprendedor y pujante de nuestro país nada tiene que ver con Castillo, un improvisado, errático y con afición a la mentira que se ha rodeado de una gavilla de incapaces, malandros y malandrines que ha salido a levantarse todo lo que encuentren a su paso sabiendo que nunca más tendrán esta “oportunidad”.

El jefe de Estado, quizá luego de recibir consejos de sus asesores de medio pelo, ha cuestionado al Ministerio Público por la “filtración” de la declaración de Karelim López, la mujer a la que recibió en su despacho, en lugar de tratar de aclarar las gravísimas imputaciones en su contra. Eso de la victimización sumada a su discurso con el que trata de presentarse como objeto de ataques de la “derecha vacadora” y los “poderosos”, ya suena a tomadura de pelo. Ayúdenlo, por favor.

En verdad, lo sabido en las últimas horas no debería sorprender mucho a los peruanos. Qué se podía esperar del gobierno de un personaje que llegó apadrinado por un sentenciado por corrupción como Vladimir Cerrón, sindicado como el cabecilla de “Los dinámicos del centro” que siguen prófugos de la justicia gracias al régimen del lápiz que no ha movido un dedo por capturarlos. ¿Querían que tengamos cinco años de honestidad y limpieza en la gestión pública?

Por estos días, el debate en el Perú parece ya no ser si el presidente Castillo se va o no, sino cuándo y de qué forma dejará el poder. Lo descalifica no solo lo dicho por la señora López ante el Ministerio Público, sino todo lo que hemos ido conociendo en los últimos meses y que con lo sabido en las últimas horas, ha ido tomado forma hasta hacerle ver incluso a los “inocentes”, que estamos en las peores manos y que el gobierno marxista leninista de Perú Libre es insostenible.