El presidente Castillo cuando asumió la presidencia, juró entre otras cosas, velar por la soberanía nacional y la jefatura suprema de las Fuerzas Armadas, es decir, juró lealtad a la integridad nacional y lealtad a la historia, a través de sus Fuerzas Armadas. Sin embargo, en una entrevista ofrece salida al mar a Bolivia, a través del mecanismo del referéndum, mostrando absoluto desconocimiento de la política internacional y de la Constitución, ya que los tratados internacionales que determinan los territorios de los países, no se pueden determinar o modificar a través de un referéndum. Lo que hace, no es solo salirse del marco legal establecido, sino que atenta contra la dignidad de todos los peruanos al despreciar su historia que nos da identidad. Me refiero a las miles de vidas peruanas ofrecidas por la defensa de nuestro territorio. ¿Qué dirían Grau y Bolognesi?, ¿qué dirían las humildes madres de los combatientes de Arica, Tacna, Chorrillos, Miraflores o del Cenepa, más recientemente, que perdieron a sus hijos defendiendo el suelo patrio con el uniforme del Ejército, que hoy usted jefatura? Irónicamente, un profesor anuncia ofrecer nuestro territorio al país que lo perdió, por huir de la Guerra del Pacifico en 1879, antes de que finalice en 1883, dejando a su aliado el Perú abandonado, quien justamente se involucró en el conflicto por defender una alianza traicionada. Profesor Castillo, se llama traición cuando hay de por medio un juramento incumplido y el peor traidor a la patria es aquel ignorante que se olvida de su historia porque al hacerlo, se olvida de su madre. No se meta con nuestro pasado, porque fue escrito con sacrificio por nuestros padres y abuelos, y eso nos da honor y dignidad.