Consecuencias de una decisión precipitada

Una de las consecuencias de la crisis del Ministerio Público es que ya no se podrá el acuerdo con la empresa brasileña Odebrecht, el próximo 11 de enero. El fiscal José Domingo Pérez informó que las decisiones de Pedro Chávarry han retrasado estas diligencias, en otras palabras, el accionar del fiscal de la Nación en los últimos días ha complicado el acuerdo con la empresa brasileña.

Sin prudencia ni respeto a la institucionalidad, Chávarry actuó de forma precipitada e irresponsable. Aparentemente, no tuvo el tiempo indicado para pensar qué hacer ante una coyuntura adversa y hostil. Pateó el tablero y terminó afectando un proceso crucial para la lucha contra la corrupción.

Ante ello, el presidente de la República, Martín Vizcarra, pidió el respaldo a los fiscales Rafael Vela y José Domingo Pérez, y darles todo el soporte para que se llegue a determinar a los responsables del caso “Lava Jato” en el Perú.

El jefe de Estado anda muy activo en torno a los últimos sucesos en el Ministerio Público. Sin embargo, no debe caer en el populismo, en ese cortoplacismo funesto que tiene que ver con el arrebato y la emoción para tomar decisiones importantes, entusiasmado por el respaldo mayoritario de la gente. Ahora, más que nunca, debe ponerse al nivel de un estadista para que se supere este mal momento del Perú.

En tanto, el Congreso no tiene mucho margen para mirar a otro lado. Es el momento de ubicarse a la altura de las expectativas de la mayoría de peruanos.