Mientras la preocupación y ansiedad se incrementan entre los peruanos porque el coronavirus toca nuestras puertas luego de la aparición de este mal en Ecuador, Chile, Brasil y Argentina, todo hace suponer que los efectos en nuestra economía se producirán en breve.

Para comenzar, en la medida que esta enfermedad transformó la vida de los chinos y afectó su actividad productiva, es evidente que se disminuyó la compra de materias primas como los minerales. Este es un impacto para nuestro país ya que ahora venderá menos cobre, por ejemplo, al gigante país asiático.

La ministra de Economía y Finanazas, María Antonieta Alva, ya anticipó que el crecimiento de nuestro PBI este año, que se pronosticaba que llegaría al 4%, tiene un sesgo a la baja por las implicancias del coronavirus. Este concepto está a tono con lo expresado por el presidente de la Reserva Federal del Banco de Chicago, Charles Evans, quien dijo que la incertidumbre causada por este mal complicará la economía mundial y podría durar un año o más.

Por supuesto hay voces discordantes. Para algunos es una simple excusa del Gobierno peruano, que se muestra inoperante desde hace algún tiempo a reactivar la economía con medidas eficaces para promover la inversión pública como en la privada. Queda esperar.

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