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La pregunta que muchos se hacen, luego de que Google decidiera romper todo tipo de relación comercial con la poderosa empresa china Huawei, es si el gobierno de los EE.UU. está buscando acabar con la multinacional de las telecomunicaciones china constituida en una auténtica amenaza por el denominado 5G de la cibercomunicaciones mundiales. La poderosa economía de EE.UU. asume que no puede terminar doblegada por una empresa china que cope el mercado planetario. Esa realidad en términos de poder internacional es asumida -repito- como una amenaza y debe ser vista con objetividad. El proceso de Huawei solo ha registrado en los últimos años crecimiento geométrico, llegando a constituirse en una competencia muy seria para Samsung y Apple. Esa es la verdad. Como no existe ningún registro a la mano de que los chinos hayan cometido delitos financieros o que se hayan coludido contra Washington, entonces no tienen más remedio que bajarles la llanta.

En una columna anterior, habíamos explicado las razones por las que EE.UU. haría cualquier cosa para no perder poder. La calidad de hegemón del planeta no la quieren perder y, desde esa perspectiva, Washington o cualquier otro Estado que goce de esa cualidad geopolítica mundial, haría lo mismo. También habíamos dicho que los chinos jamás se quedarían de brazos cruzados y parece que así será. Huawei va a utilizar toda su estrategia jurídica para recuperar el espacio comercial y de penetración que había conseguido silenciosamente en Occidente. Acudirá a cuanto mecanismo jurisdiccional pudiera encontrar como recurso jurídico dentro de los EE.UU. para que se revierta la medida del gobierno de Trump, que ha calificado de abusiva en la medida de que se estaría valiendo de todo su poder de influencia para dejar inmovilizada a la empresa china. Dura realidad que deberá afrontar hacia adelante, sobre todo, si se tiene presente que China no está dispuesta a desatar un conflicto de otra magnitud con Washington. Trump tiene el objetivo claro y ahora solo queda mirar con qué recursos cuenta Huawei para no desaparecer, como parece ser el objetivo del que sigue teniendo más poder.