Entre el 1 y el 8 de octubre, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional han logrado abatir a cuatro narcoterroristas en la zona del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), al tiempo que ha puesto tras las rejas a 13 sujetos dedicados al narcotráfico, que opera en alianza con remanentes de Sendero Luminoso convertidos en viles sicarios de los mafiosos.

Semanas atrás habíamos informado en Correo que el Ministerio de Defensa y el Comando Conjunto habían replanteado la estrategia en el Vraem para enfrentar a los delincuentes que ahí operan. Se intenta ahora tomar la iniciativa para ir a buscar a los enemigos del país. Para eso se formó una patrulla integrada de militares y policías a fin de entrar y golpear, previo trabajo de inteligencia.

El saldo de cuatro criminales abatidos en la primera semana de este mes, entre ellos un cabecilla apodado “Ciro”, es el primer resultado de este trabajo que busca limpiar la zona y permitir al Estado controlar el territorio que por décadas ha permanecido en manos de delincuentes que asolan a la población, que en muchos casos permanece cautiva. Recordemos el siempre sensible caso de los llamados “pioneritos”.

Es de esperarse que los nuevos esfuerzos que hacen las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional permitan de una vez por todas pacificar esa zona, que sigue siendo una herida para un país que busca avanzar y dejar de recibir noticias, cada cierto tiempo, de que uno o más uniformados han sido asesinados o heridos. Van 37 años de lucha y ojalá la victoria final esté cerca.