Asumiendo su habitual y ya desgastado papel de víctima, hace unas semanas el presidente Pedro Castillo se quejaba que en los escándalos de corrupción que salpican a su alicaído régimen y que podrían costarle el cargo y la libertad, se estaban metiendo con su familia, en alusión a sus sobrinos que por creerse los reyes del mundo porque un prontuariado como Zamir Villaverde les ponía camionetas, ahora andan evadidos de la justicia.

Luego vendría el escándalo de la tesis plagiada con la que el mandatario y su esposa se convirtieron en magister por la Universidad César Vallejo (UCV), la cual era un vergonzoso plagio que también podría traer serios problemas de índole penal a los inquilinos de Palacio de Gobierno, pues aparte de apropiarse de propiedad intelectual ajena, gracias a esos cartones truchos le han cobrado más dinero al Estado por tener, supuestamente, el mencionado grado académico.

Pero lo del domingo último en Cuarto Poder ha sido la gota que rebalsó el vaso. Un video ha mostrado a Yenifer Paredes, la cuñada del mandatario, la joven a la que crio en su casa como su hija ante la ausencia de sus padres, promoviendo obras en Cajamarca con el chaleco de una empresa constructora y hasta censando a los habitantes de la zona. Las imágenes son de setiembre pasado, cuando el presidente Castillo tenía en el poder algunas pocas semanas.

El escandaloso caso ha sido tomado ayer por el Ministerio Público, el cual no solo debería investigar a la cunadísima del jefe de Estado, sino también a los directivos de la empresa constructora que contrató a la joven Paredes para fines nada santos. Parece que se creían los muy vivos. No olvidemos que por cada corrupto en el gobierno o su entorno, siempre hay un corruptor al que también se debe sancionar con todo el peso de la ley.

A casi 24 horas de conocida la denuncia, Palacio de Gobierno no había emitido una aclaración, precisión o desmentido, lo que deja en claro que al presidente Castillo le importa un pepino lo que diga la gente, o quizá estaba esperando que los 15 casos de viruela de mono o el retorno al uso de mascarillas en lugares abiertos, distraiga a los ciudadanos que cometieron el inmenso error de votar por un personaje que con su entorno parecen dispuestos a levantar todo lo que pudieran desde el primer día.