Vivimos en una época de sobreinformación. Las llamadas “fake news” (noticias falsas) son capaces de influir poderosamente en nuestras vidas, incluso, logrando que se elija a un determinado candidato/a. El internet nos brinda infinitas oportunidades, para bien o para mal.

Lamentablemente, es más fácil navegar sin consciencia, dejándonos llevar por las emociones que nos despierta cada publicación. Se ha comprobado infinidad de veces que, a mayor escándalo, mayor interés. Como dicen algunos, “no existe la mala publicidad”. 

La línea entre virtualidad y realidad es cada vez más difusa y las niñas y los niños crecen navegando este espacio lleno de contenido ilusorio. Existen propuestas para que niñas y niños aprendan a diferenciar los contenidos reales de los ilusorios.

Aquí pueden revisar una estrategia de Google para niños, llamada “Interland”, un juego donde pueden desarrollar habilidades que les permitan diferenciar el contenido en la web ( ). 

Sin embargo, considero que no le estamos dando la atención necesaria al tema y el contenido desarrollado suele estar en inglés.  Como adultos, debemos acompañar a los niños a ver más allá de lo que quien publica quiere que vean. 

Por ejemplo: ¿Cuál es el rol de la publicidad y cómo afecta el contenido? ¿Cuál es el rol de la política en lo que se publica? ¿En qué fecha fue publicado? ¿Qué otras fuentes de información coinciden y cuál es la validez de cada una de estas? ¿Cómo se ve una publicación que busca clics indiscriminados? ¿Cómo identifico imágenes/videos alterados digitalmente? Para poder hacer este acompañamiento, necesitamos nosotros mismos conocer sobre estos peligros. 

Les recomiendo que busquen información sobre cómo se crean las noticias falsas.  Verán que es realmente sencillo y al alcance de cualquiera. Tomar consciencia de la jungla virtual que habitamos es importante hoy, literalmente, para nuestra supervivencia.