Más sorpresa me ha llevado que Frepap pueda tener presencia en el próximo Congreso, a que el PAP no haya logrado colocar a ningún representante. O el voto duro de los compañeros se sigue extinguiendo o es un castigo de su propia militancia.

Sin embargo, los apristas no son los únicos golpeados en las urnas. El porcentaje atomizado de los votos ha disimulado la derrota de los partidos, que con tan poco han logrado tener participación en el próximo Legislativo. Sin duda, hay un golpe ciudadano.

Veamos. Fuerza Popular está quinto en el pelotón de las agrupaciones que pasaron la valla, pero le pudo ir peor. Digamos que es un triunfo pírrico frente a su anterior votación. Es cierto, ahora no tienen a Keiko Fujimori, pero ¿a dónde se fue ese voto naranja?

La votación de Solidaridad Nacional de Rosa Bartra es una muestra del desprecio colectivo. Por más exposición mediática que tuvo no pudo enganchar con los electores. Al final, la señora terminó por perjudicar a los solidarios y a los naranjas, quienes parecen haber caminado de la mano en la campaña.

La izquierda del Frente Amplio quedó con su 6% inicial. No sumó ningún voto indeciso, lo que equivale a una desconexión con el público que quiere una alternativa para la política peruana.

Y APP de César Acuña tampoco ha mejorado su aceptación, aún cuando tendrá más congresistas que la legislación pasada. Acción Popular es, sin duda, la vedette de moda.

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