Los radares son sistemas electrónicos que mediante la emisión de ondas de radio permiten la detección de objetos para determinar su ubicación y velocidad. Existen múltiples aplicaciones de estos sistemas. Por ejemplo, se utilizan para medir la velocidad de los vehículos en carreteras, para la detección de barcos o aviones en sistemas de vigilancia, o también para el control del tráfico aéreo en aeropuertos. Sin embargo, los radares también se pueden utilizar para la observación y estudio de los fenómenos naturales.

Así, podemos utilizar radares para estudiar deslizamientos de tierra, mareas en los océanos, vientos y precipitaciones en la atmósfera, así como, los diversos fenómenos que ocurren en la ionósfera y capas altas de la atmósfera. Los radares también nos permiten el estudio de los objetos del espacio, como los meteoros, la luna, los planetas, e inclusive el sol.

Actualmente, venimos trabajando en el desarrollo de un radar meteorológico móvil que permitirá la medición de lluvia en diferentes regiones del territorio peruano pudiendo cubrir un área de 50 kilómetros a la redonda. Este instrumento, que cuenta con financiamiento del Fondes (Fondo para Intervenciones ante la Ocurrencia de Desastres Naturales), será el primero en su tipo en ser completamente desarrollado en el Perú, y es parte de un esfuerzo de varias instituciones en mejorar las capacidades del país en el estudio y monitoreo de las lluvias sobre nuestro territorio. Una vez desarrollado, el radar podrá ser utilizado, por ejemplo, para el monitoreo de lluvia en la cuenca del Rímac durante los meses de verano, para así poder estudiar las condiciones que desencadenan la ocurrencia de huaicos en las diferentes quebradas que conforman esta cuenca.

La visión es que este primer desarrollo, realizado por el IGP, sirva en un futuro para la implementación de una red nacional de radares meteorológicos que puedan cubrir estratégicamente todo el territorio nacional. De este modo, el IGP contribuye con ciencia para protegernos, con ciencia para avanzar.