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Un millón doscientas mil personas manifestándose en Chile contra las desigualdades económicas y sociales son el resultado del modelo económico neoliberal aplicado desde la dictadura de Augusto Pinochet, que produjo extrema desigualdad.

Chile, denominado "oasis" en la economía regional, por su crecimiento y un PBI per cápita (corregido) para el 2018 de $24,190 frente a los $13,180 del Perú; con índices de pobreza, según el Banco Mundial, de 8.6% frente al 20.5% que exhibe el Perú; una pobreza extrema de 1.8% ante el 5.2% de nuestro país.

Las chilenas y chilenos movilizados contra la desigualdad que compartimos: la economía crece y los servicios públicos de salud, educación y jubilación de calidad no mejoran para la población. El coeficiente de Gini, que los economistas empleamos para medir la concentración de ingresos, es de 0.805 y 0.807 en el de concentración de riqueza, así como de 0.45 y 0.44 en el de la distribución personal de ingresos, similares para Chile y Perú.

El descontento y la impotencia ante la desigualdad, la desprotección a los jubilados, así como la privatización de los servicios de salud y educación, han sido la base de la explosión social chilena. Por ello reclaman "¡Fuera Piñera!" y "¡Nueva Constitución!".

Lo sucedido en Chile podría ocurrirnos. Insistimos en modificar la Constitución, reorientar nuestra economía y combatir la corrupción potenciando la Contraloría. Se necesita un nuevo pacto social, redistribución del ingreso, mejores servicios y efectivo ejercicio de derechos. De cada 100 pesos en Chile, 71.4 son ganancias y solo 38.6 son para salarios. En el Perú, de cada 100 soles solo 31.5 van a los salarios.