Sí, tenemos motivos para celebrar los grandes avances que hemos dado a lo largo de la historia. Pero aún queda mucho por hacer en esta sociedad machista. Aún nos quedan brechas por romper. Como por ejemplo que 7 de cada 10 mujeres han sido víctimas de violencia por parte de sus parejas. Las diferencias salariales son de casi el 30% entre hombres y mujeres. El vergonzoso segundo lugar que ocupa nuestro país con víctimas de feminicidio habla de una cultura de agresión y de maltrato enquistada en nuestra sociedad y que lamentablemente, pese a algunos leves cambios, aún no tiene respuestas oportunas de las instituciones del Estado, como la Policía Nacional, Fiscalía y Poder Judicial. No se ha dado el impulso necesario para promover una educación de respeto e igualdad que sensibilice el importante rol que hoy cumplimos las mujeres.

Somos un país multicultural y debemos buscar que nuestra diversidad nos una, nos consolide como una mujer auténtica. Es su fuerza, su liderazgo y su emprendimiento lo que ha hecho que el Perú resalte en la región como uno de los países con más mujeres emprendedoras. El camino es largo, pero no imposible. Demostremos que somos un solo frente ante las injusticias. La mujer peruana no solo genera sus propias oportunidades, sino que además las lidera. Apostemos todas juntas por el cambio, por un Perú más justo e igualitario.