Mañana el Pleno tiene agendado el inicio del proceso de vacancia a Pedro Castillo, algo que hace unos meses se veía imposible. Para muchos congresistas la vacancia “no estaba en agenda” o “no tenía fundamento” mientras que las calles y plazas se llenaban de ciudadanos indignados. Esas mismas excusas que buscaban apagar el fuego de la vacancia desde el inicio, hoy se transforman en frases desalentadoras como: “no existen los votos”. La izquierda criminal es experta en jugar con los sentimientos populares, en manipularlos a su antojo y en utilizarlos para sus propios fines, por eso debemos de tener claro que no hay votos hasta que se emiten y uno no puede tirar la toalla antes de empezar un partido.
Lo sé por experiencia propia, el día que Martín Vizcarra asistió al Pleno para enfrentar su segundo proceso de vacancia no se tenían los votos para vacarlo. Era un presidente popular, tenía mucho respaldo en las encuestas y había hipnotizado a millones de peruanos con el tema de la pandemia. Pero al enfrentarse a pruebas que no podía explicar y a un Congreso fiscalizador, este ídolo de barro se derritió. Nadie podía imaginar esos 105 votos.
Mañana es el día V, el día donde Castillo tendrá que responder al Perú por su financiamiento ilícito de campaña, por el tráfico de influencias que desarrolló con sus operadores, por la mega corrupción instaurada en los ministerios, por las mentiras sistemáticas, por la destrucción de las instituciones. Quien vote en rojo contra la vacancia será un traidor a la patria, quien vote en verde a favor de la vacancia y lo haga sin cálculo y con amor por el Perú, será un prócer de nuestra libertad ¡Vacancia Ya! ¡Viva el Perú!