Tras la censura del 5 de setiembre a Lady Camones, obligada a dejar la presidencia del Congreso, el elegido, José Williams Zapata, general de división en retiro, significa el endurecimiento de la política que apunta a la vacancia o la acusación constitucional contra el presidente Pedro Castillo.

Ya dejó de llamar la atención que los congresistas de Perú Libre apoyaran esta elección. No cabe duda que los extremos se juntan, pero, sobre todo, la negación del ejercicio político los une en propuestas verdaderamente antidemocráticas. ¿Acaso es tan difícil entender para los seguidores de Vladimir Cerrón que solo debilitan más al gobierno, que fue elegido de sus filas?

Pese a que, constitucionalmente, el equilibrio político republicano implica que tanto militares como policías no intervengan en política, los hechos nos dicen otra cosa. Carlos Reyna señala bien que, desde hace algunos años, hay una suerte de partido político constituido por militares y policías en retiro, que incursionan directamente en política y obtienen representación parlamentaria, o actúan despectivamente hacia la figura presidencial en ceremonias conmemorativas como la llamada “Chavín de Huántar”.

Tras la elección de José Williams se produjo una reunión con el presidente Castillo, buscando diálogo y consenso sobre 7 puntos de política contenidos en el documento “Consenso por el Perú”. Lamentablemente tras la reunión, no hubo declaraciones.

Se continúa con el diálogo de sordos entre ambos poderes del Estado, pese a la situación económica.

Si lo que pretenden es quedarse todos, tendrían que empezar por priorizar una agenda posible en beneficio del país y la población. Los tiempos se acortan y puede resultar que sea mayor e imparable el reclamo de que se vayan todos.