El año pasó rápido, pero el país avanzó poco en la solución y atención a diferentes problemas que aquejan a los peruanos. El presidente Pedro Pablo Kuczynski, en su segundo Mensaje a la Nación por Fiestas Patrias, tras hacer un mea culpa por no responder como prometió en su campaña, ha centrado su discurso en dos importantes pilares para consolidar la frágil democracia: diálogo y consenso, receta que en estos 12 primeros meses no existió por la confrontación innecesaria entre Ejecutivo y Legislativo, crisis que se ahondó con temas imprevisibles como el destape de los casos de corrupción enmarcados en “Lava Jato” y El Niño costero.

PPK vuelve a citar estos dos inconvenientes presentados a fines de 2016 y comienzos de 2017; sin embargo, las gestiones desplegadas por su equipo en los diferentes ministerios fue poco positiva, ya que faltó hacer más para el destrabe de diversos proyectos de inversión, que implican recursos públicos como privados.

Si aspiramos a recuperar el ritmo de crecimiento de nuestra economía, entonces PPK tiene que asumir un rol protagónico para poder generar riqueza que permita atender las demandas de los diferentes sectores. De lo contrario, el Gobierno se ahogará en intentos y no presentará resultados concretos que el país requiere.

Si se busca hacer obras de infraestructura, en salud, educación, aumento de sueldos y otros, entonces la economía debe recuperar su ritmo y para ello el Gobierno debe dialogar mucho y llegar a consensos para garantizar la gobernabilidad del país con miras al Bicentenario de nuestra independencia, que está a la vuelta de la esquina.