La terrible ola de violencia y crimen que azota a Ecuador tiene un inicio real: la legalización de la pandilla “Latin Kings” durante el gobierno de izquierda de Rafael Correa en 2009. Este es el inicio del proceso que se vive actualmente y no hay que olvidarlo. Correa legalizó a este grupo criminal urbano con la excusa de “pacificar” su país y hasta los comparó con “boyscouts”. Legalizar a organizaciones criminales les permitió a estos operar sin temor a la Policía o a la justicia y temporalmente abandonaron la violencia para fortalecerse con nuevos aliados: los criminales que venían de Colombia (vinculados al terrorismo y narcotráfico) y Venezuela (conocidos por la extorsión, secuestro y asesinato).
Por nuestra parte, el Perú ya vive un nivel de inseguridad crítico, con bandas locales y organizaciones criminales provenientes principalmente de Venezuela. Sin embargo, nuestra situación podría empeorar si el Gobierno de Dina Boluarte no actúa rápidamente, como lo está haciendo Noboa, en Ecuador. Allí se enfrentarán a los criminales sin tibieza y esto supone dos escenarios para los delincuentes: se quedan para continuar con sus crímenes o algunos escaparán cruzando las fronteras. Señora Boluarte: ¡Cierre la frontera norte! Es el llamado que hago como ciudadano desde esta tribuna. Se debe desplegar al Ejército desde los manglares pasando por Zarumilla (Tumbes) hasta El Alamor y La Tina (Piura) y La Balza (Cajamarca). No solo en las ciudades o puentes sino sobre todo en las zonas rurales donde no hay ni seguridad ni control, además de revisar la situación de todos los ciudadanos ecuatorianos, colombianos y venezolanos que ingresaron en los últimos meses. De nada sirve el show, presidenta, necesitamos acciones reales o las consecuencias las pagaremos todos.