Desde los primeros meses de la pandemia COVID-19 en nuestro país hemos escrito que en “las clases a distancia de los escolares” se debía conocer, comprender y analizar ampliamente sobre esta enfermedad desde una perspectiva integral y multidisciplinaria combinando saberes a partir de las ciencias y las humanidades. Desde luego, para que sepan las características, formas de contagio, evolución y consecuencias en las personas, colectividades y países en todo el mundo. Y para que cumplan las medidas de bioseguridad y tratamiento oportuno, en el marco de una educación para la conservación de la salud física y socio-emocional tanto individual como pública.

Ahora -además de estos aprendizajes- es conveniente que los niños, niñas y adolescentes estudien todo lo referente a las vacunas que se están aplicando en nuestro país, Deben saber que las vacunas contra la COVID-19 ayudan a nuestro organismo a desarrollar inmunidad y protección contra el virus, sin que ello implique que no podamos contraer la enfermedad.

Por otro lado, en el marco de la emergencia sanitaria que vive el país, se viene desarrollando un proceso electoral que ya eligió a los integrantes del Congreso de la República y en el cual el próximo domingo 6 de junio se votará para designar al presidente y vicepresidentes del Poder Ejecutivo. Los alumnos tienen sus propias percepciones, interrogantes y hasta posiciones sobre el proceso electoral en marcha. Por ello es indispensable, escuchar, dialogar y opinar críticamente con tolerancia y respeto sobre estos temas desde “la ciudadanía cívica” en las clases escolares a distancia y en el seno del hogar; pero sin que el maestro oriente hacia uno u otro candidato. Ciertamente desde una pedagogía donde el maestro y las familias fomenten el ejercicio de los valores democráticos y republicanos para el desarrollo económico, sostenido y humano de nuestra nación.

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