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Al iniciar nuestra gestión ministerial, a fines del 2017, observamos que en los colegios los alumnos no disponían de textos actualizados. La dotación de los “Bancos de libros para Primaria y Secundaria”, que se deben reemplazar cada tres años y que venían desde el 2015, ameritaba una renovación total, ya que necesitaban estar en concordancia con el nuevo Currículo Nacional de la Educación Básica (CNEB). Fue nuestro propósito comenzar el 2019 con Primaria, proceso que iniciaríamos una vez reajustado el CNEB en mayo del 2018. La interrupción intempestiva de nuestras funciones a fines de marzo no permitió avanzar lo proyectado.

En junio del 2018, las autoridades del Minedu anunciaron que la nueva dotación de textos para la Educación Básica Regular se trabajaría con miras a su utilización el 2020. Por eso este año los alumnos estudian con nuevo currículo, pero con textos antiguos.

Tenemos entendido que este proceso -con sus idas y venidas- se puso en marcha al comienzo del segundo semestre del 2018 para implementar la adquisición de los libros a las editoriales, de acuerdo con un conjunto de especificaciones técnicas establecidas por el Minedu. Esto con el objetivo de hacer posible que los estudiantes, por fin, utilizaran estos materiales educativos el Año Escolar 2020.

No obstante, a mediados del primer semestre del 2019 se suspendió el proceso para los textos de Primaria, siguiendo vigente el proceso para Secundaria. Por ello sorprende que con fecha 7 de agosto se resuelva disponer la cancelación de la licitación para adquisición de los textos de primero a quinto de Secundaria para el 2020, “por el causal de desaparición de la necesidad” (¿?).

Considero que esta decisión es inconveniente, por cuanto nuestros educandos continuarán utilizando el próximo año lectivo textos desfasados, y varios con errores. Se ha podido avanzar, por lo menos, con algunas áreas de estudios.