Lo más rancio del Partido Popular Cristiano (PPC) acaba de sacarse la sotana para describir una escena de violación. El congresista Juan Carlos Eguren asegura sin remordimiento que: “Las violaciones que pueden ser un evento callejero, no generan embarazo”. ¿Qué opinará esa mujer que fue la “excepción” a esa regla mutante?

“Es casi imposible que se produzca un embarazo después de una violación eventual, callejera, porque se produce un estado de estrés, un estado de shock en la persona”, dijo a la emisora RPP Noticias. Considero que si este “defensor de la vida”, como se hace llamar, quería cuestionar el aborto en este tipo de situaciones -y en todas-, su expresión es desatinada y cobarde.

El aborto tras una violación es un tema hasta debatible, pero lo que no entra en debate es si la afectada, que puede ser una niña, adolescente o mayor de edad, tiene la posibilidad o no de quedar embarazada por el violador. Por eso es lamentable que un parlamentario cristiano use este criterio para fortalecer su posición contraria al aborto.

Si al señor Eguren le disgusta que haya una postura oficial a favor del aborto, como una libre elección de la mujer afectada, entonces que utilice la plataforma del debate para hacer un planteamiento alturado, digno de su condición de legislador, y no para agredir a las mujeres violadas ni a las posibles víctimas.

Parece que para el militante pepecista el delito de violación es un trauma pasajero que no pone en peligro la integridad física de la mujer, por lo tanto, queda en un segundo plano si es que al fin de cuentas la agraviada queda embarazada porque en su estado de shock difícilmente engendrará a un hijo de su desgracia.

Me pregunto, ¿no es suficiente con los momentos de terror que puede significar una violación como para recordarla durante los nueve meses de gestación? Habrá personas que hayan superado esta desdicha pensando en el hijo que van a traer al mundo, pero creo que una gran mayoría no podría convivir con esta pesadilla. Solo falta que Eguren diga que las mujeres violadas, en caso de salir preñadas, pueden demandar al violador por alimentos.