El as político de Humala

El último diálogo del Ejecutivo con la mayoría de fuerzas políticas -mas no las más definitorias e importantes- ha sido utilizado de trampolín por Ollanta Humala, que hasta se despachó con un posible aumento del Salario Mínimo Vital (SMV) en medio de una crisis política. ¿Qué hacía un tema netamente económico entre las lanzas y guadañas opositoras ausentes?

Por eso los medios de comunicación no cogieron el señuelo y se enfocaron en lo que concernía al tema en agenda: concertación con los fueros políticos y las reformas institucionales. Ollanta Humala no pescó ni a la prensa más afín a su administración y, más bien, reflejó una improvisación que preocupa por la baja proyección nacional de este año en temas económicos.

Por eso, el anuncio del Presidente, de que en el segundo semestre del año se evaluará un incremento en el SMV, parece más una especie de flotador para el crispado mar ciudadano, que viene restándole respaldo a su mediocre gestión. Si creyó que su mensaje era un as bajo la manga, por lo visto, en los próximos días se convertirá en un búmeran social.

En materia económica, los políticos deben pasar por un enjuague bucal sobre el término populismo. Y un aumento del SMV en estas circunstancias merecía otro contexto, cero en lo político y ciento por ciento en lo técnico. Por eso, meter en agenda un tema sensible para quienes menos ganan puede costarle caro a nuestro país y al mismo Humala.

En un año preelectoral, el segundo o tercer semestre ocasionará que el SMV sea jaloneado por el pico rapiño de los posibles candidatos presidenciales, lo cual empeora el panorama para el sector empresarial, que ve cómo un tema tan sensible se enloda en el chiquero político en que se convierten las campañas electorales.

Caramba, no hay que ser ingenuos para darnos cuenta de que el SMV no ha estado en agenda hasta que este Gobierno entró en crisis. Por eso mismo, ojalá que se despercuda la agenda económica del país de las manchas políticas, por el bien del Gobierno, del empresario y del ciudadano que espera más seriedad en este asunto.