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Jorge Ortiz Sotelo

Historiador

La Independencia del Perú fue un largo y complejo proceso. Tuvo diferentes ritmos en todo el territorio nacional -antes y después del 28 de julio de 1821- y selló el proceso de independencia hispanoamericano.

Las conmemoraciones del Centenario y del Sesquicentenario tuvieron gran realce, principalmente en la capital del país; pero las del Bicentenario deberían comprender un espectro más amplio, duradero y acorde con las fechas más significativas localmente.

Aunque se nombró una comisión nacional en octubre del 2016, que debía plantear iniciativas para reforzar el significado histórico y político de la conmemoración, poco se sabe de lo que ha hecho y tiene planeado hacer. Algo similar ocurre en diversas entidades públicas y privadas; ello es loable, pero da la impresión de dispersión y duplicidad de esfuerzos.

Tal labor debería estar a cargo de una comisión nacional integrada no por funcionarios públicos, cuya permanencia en el cargo suele ser efímera, sino por personalidades representativas del mundo académico, tanto limeño como regional -Trujillo, Arequipa, Cusco e Iquitos podrían ser los lugares representativos regionales-. Dicha comisión, que podría estar adscrita a la Presidencia del Consejo de Ministros, debería encargarse de elaborar una propuesta de actos conmemorativos en la que se refleje nuestro complejo y prolongado proceso independentista; además de coordinar los esfuerzos sectoriales y regionales.

Entre sus tareas, se deberá incluir aspectos como los actos conmemorativos de las proclamaciones de independencia, anteriores y posteriores al 28 de julio de 1821; emprender o coordinar los esfuerzos que se vienen realizando para la digitalización de libros, periódicos, documentos e imágenes de la época, colocándolos en un sitio web para su mayor divulgación; realizar concursos regionales anuales sobre el proceso de la independencia; impulsar la construcción de un nuevo local para el Archivo General de la Nación; y poner en valor la ruta de la independencia, señalizando los lugares y las acciones que tuvieron lugar durante dicho proceso, desde los ataques al Callao de 1818 hasta la rendición de esa plaza en enero de 1826.

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