Se instaló el Congreso y la primera Junta Directiva la preside María del Carmen Alva de Acción Popular con 69 votos a favor, 10 para Jorge Montoya de Renovación Popular y 50 en blanco.
La política plantea y desarrolla propuestas de solución a los problemas del país, teniendo como objetivo la construcción de una sociedad y Estado con capacidad de garantizar ciudadanía y ejercicio de derechos sin exclusiones. Para ello, requiere acuerdos y alianzas que permitan ejecutar políticas necesarias para avanzar en el desarrollo económico, social y político. Lo otro nos hace retroceder y vuelve inútiles los esfuerzos.
La elección de la primera Junta Directiva del Congreso del Bicentenario deja muchas preocupaciones:
Ø La exclusión arbitraria de la lista 3, integrada por Perú Libre, Juntos por el Perú, Somos Perú y el Partido Morado, a partir de una interpretación forzada de exigir a todos los postulantes ser miembros de una bancada, siendo que aún no se constituyen como tales.
Ø Perú Libre, con la mayor cantidad de congresistas, no forma parte de la Mesa Directiva por intransigencias en las negociaciones previas. Preocupa porque le resta al Ejecutivo un canal de intermediación y diálogo con otro Poder del Estado. Esperemos que no sea señal de confrontación posterior, sobre todo por las amenazas de vacancia que se respira.
Ø Felizmente, la lista presidida por Montoya fue abrumadoramente descartada. Esperemos que sus propuestas vociferantes y subversivas de la democracia ejercida también lo sean.
En este Bicentenario se requiere que los congresistas hagan política con transparencia y desprendimiento, buscando hacer viables los cambios necesarios para un Perú mejor para todos, dejando atrás 200 años de vida republicana y de exclusión de la mayoría de nuestro país de todas las sangres.