Presidente Vizcarra: Intensidad y errores confesos en la guerra con la pandemia, pero también enérgico contra la corrupción, “que es el virus que ha infestado al Estado en todos sus niveles”. Batacazo directo a este Congreso impresentable.

Premier Zeballos: Le cuesta enfundarse en el caparazón de premier, a pesar de que es “brother” del mandatario. Por ejemplo, el titular de Defensa, Walter Martos, le ha quitado totalmente el protagonismo en el tema Covid-19.

Ministro Zamora: A veces tiene respuestas descabelladas, y la falta de camas UCI y de oxígeno influyen para que recale en la ojeriza popular. Vizcarra lo presentó como un especialista en salud pública, sin embargo, competimos entre los países con más contagios y alguna responsabilidad le atañe.

Ministro de Defensa: Sus galones de general de división y el hecho de haber comandado diversas dependencias en el EP lo hacen operativo por antonomasia y, por eso, gusta de estar metido en mercados o en las pistas atestadas de testarudos.

Ministro del Interior: Martín Vizcarra, al convocar a Gastón Rodríguez, le ordenó que “atienda a su personal”, en ese momento con comisarías y escuelas llenas de infestados, y que castigue de forma ejemplar los casos de corrupción en la PNP. ¡No se oye, padre!

Ministra de Economía: María Antonieta tiene una aceptación ciudadana de 59%, mayor a la de varios de sus colegas; apenas 35 años y buena cintura para lidiar con los problemas económicos, además de aguantar las soporíferas citaciones del Parlamento.

Pilar Mazzetti: La jefa del Comando Covid-19 varias veces ha chocado con la posición del Ejecutivo, y a ella no le van a contar cuentos chinos porque conoce al monstruo por dentro.

Alcalde Forsyth: Debe abandonar la funambulesca farándula y optar por la acción netamente municipal. Gamarra es importante, pero no lo es todo en La Victoria.

El Congreso: El remedio fue peor que la enfermedad.