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Las altas temperaturas en el día, las heladas en la noche y la ausencia de lluvias han sido la constante en las últimas semanas en sierra central del país. Y, por supuesto, este panorama ha generado una crisis mayúscula en la agricultura.

Por ahora, en el Valle del Mantaro ya se han visto afectadas 10 mil 800 hectáreas de sembríos y las pérdidas se estiman en 55 millones de soles.

En Huancavelica se sufre estrés hídrico por falta de precipitaciones regulares, generando que la tierra se seque y los miles de hectáreas de cultivos de maíz y papa se malogren. “Esto va camino a un desastre”, dijo el director de Agricultura de la región.

En las provincias de Huamanga y Cangallo, en Ayacucho, la realidad no es mejor. La agresividad de las sequías ha generado que más del 70% de los cultivos ya estén dañados.

Ante la magnitud de esta crisis, la demanda de los agricultores ante el gobierno central es que se declare en emergencia el sector y de esta forma acceder a un presupuesto para paliar las pérdidas económicas.

Mientras esto sucede en esta parte del país, en Palacio de Gobierno y en el Congreso parece que hay un mundo aparte. Para ellos, la agenda que hay que atender es el regreso de Nadine Heredia al país, los amoríos del exministro de Defensa, los by-pass que quiere construir el alcalde de Lima, la interpelación del ministro de Educación y otros escándalos políticos.

Hay mucha gritería y poca acción para resolver los grandes problemas del país. Hoy, como tantas veces, la clase política actúa de espaldas a sus representados. Esto solo genera la aguda desconfianza de un gran sector de la población.

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