Ollanta Humala ha respondido, sobre los nuevos testimonios que lo comprometen con delitos de lesa humanidad en Madre Mía, de una forma tan o más perturbadora que las propias denuncias.

En un claro mensaje a los militares que se mantienen en el Ejército puestos por él durante su gobierno, Humala dice que estos testigos “manchan el honor de los que enfrentamos el terrorismo”. Un obvio llamado a la impunidad y un pedido de auxilio para recostarse en el espíritu de cuerpo. Total, en el Ejército hay techo de vidrio.

El mensaje fue acatado por el general Luis Ramos Hume, actual comandante general del Ejército, que llegó al puesto gracias a Humala y salteándose las formalidades. Sobre los testimonios presentados por “Cuarto Poder”, “Beto a Saber” y “PrimerPlano”, Ramos Hume dijo: “Eso es un tema político”. Caramba. Al jefe máximo del Ejército no le interesan las acusaciones contra el expresidente y las llama “políticas”. Hay datos más alarmantes aún. Ramos Hume es mencionado en el informe de la comisión Bernales, un trabajo prolijo que el constitucionalista y otras personalidades desarrollaron por encargo del exministro Mariano Gonzales. Este informe concluye en el uso político que Humala le dio al Ejército con generales como Ramos Hume. “Humala usó las tácticas de Montesinos”, afirma Bernales.

Con la posición de Ramos Hume es claro que el Ejército blindará a Humala con lo de Madre Mía. Los generales humalistas en el Ejército se sientan en los testimonios y la muerte atroz de gente inocente. ¿Y el ministro Nieto? Si mantiene a Ramos Hume, es cómplice o está secuestrado por los militares.