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A pocas semanas de las elecciones regionales y municipales, es necesario que los candidatos dejen de realizar acciones “efectistas” y llamadas a atraer la atención momentánea de los electores, en lugar de difundir sus propuestas para solucionar los problemas que afectan a los ciudadanos de un país donde millones de personas no sienten, en su día a día, el trabajo de sus autoridades locales.

Ya estuvo bueno eso de hablar de los venezolanos que llegan al Perú, porque las autoridades regionales y ediles nada tienen que ver con la política migratoria del país ante el drama de los inmigrantes. Tampoco prestemos atención a los que no hacen más que buscar “debates” con candidatos mejor posicionados en las encuestas, para así atraer la atención de los medios y los electores.

En las regiones, provincias y distritos, existen serios problemas, como la corrupción, el transporte, la delincuencia, el comercio informal o el tratamiento de los residuos sólidos, y es necesario que los electores conozcan cuáles son las propuestas para hacer frente a estas situaciones, que llevan años sin poder ser tratadas de una manera adecuada.

Sepamos diferenciar a los candidatos serios y honestos de aquellos que son más de lo mismo y no hacen más que llamar la atención con acciones y frases hechas que no aportan a una campaña que, en teoría, debería llevar a elegir autoridades locales llamadas a solucionar grandes problemas a través del manejo de nuestros recursos. Ya nos hemos equivocado muchas veces. Que no nos ocurra nuevamente.