La transformación digital es una realidad y no existe empresa que no necesite expertos capaces de llevarla adelante. Es un proceso que tiene que ver con la digitalización de los contenidos, la ultraconectividad, la velocidad y la seguridad en las comunicaciones.

Las organizaciones que no logren transformarse desaparecerán. Kodak y Blockbuster son parte de la historia. No pudieron correr la ola digital.

Mientras algunos están concentrados en el desarrollo de la inteligencia artificial, en el Perú ha nacido una entidad educativa que se enfocará en el desarrollo de la inteligencia personal y se especializará en la formación de expertos capaces de dar soluciones a los retos del futuro.

Las fuentes de inspiración de quienes fuimos invitados el año pasado a participar en la organización de Futura Learning son Singularity University y Cisco. Se ha descrito a Singularity como un híbrido entre la NASA y Teresa de Calcuta: tecnología a lo bestia, inmensa ambición por un lado y también todo el idealismo y altruismo posible.

La apuesta por educación en tecnologías de la información y comunicación trae consigo una enorme cuota de responsabilidad social y eso es motivador. La apuesta es por formar gente íntegra y preparada.

Steve Jobs decía algo que suscribo: “La tecnología no es nada. Lo importante es que tengas fe en la gente, que sean básicamente buenas personas e inteligentes, y si les das las herramientas, sean capaces de hacer cosas maravillosas con ellas”.

El Perú cambiará en la medida de que cambie la educación. El sector privado está haciendo su parte.

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