El Ministerio de Relaciones Exteriores vuelve a estar en el ojo de la tormenta por la llegada del Perú como embajador de Cuba, del coronel de la inteligencia castrista Carlos “Gallo” Zamora, un espía de alto vuelo destinado a defender regímenes comunistas como el de Pedro Castillo a cualquier precio, sin importar si en el camino desestabilizan la democracia. Este sujeto ya trató de hacerlo en Bolivia en tiempos de Evo Morales, y ahora al parecer tiene una misión similar en nuestro país.

Lamentablemente tenemos un Ministerio de Relaciones Exteriores que parece estar sometido a la ideología trasnochada y antidemocrática del presidente Castillo y Perú Libre. Ya no estará como canciller el exguerrillero y expistolero Héctor Béjar. Sin embargo, Torre Tagle no se ha librado de los vientos que vienen desde La Habana, Caracas, Managua y La Paz, todo esto con la anuencia del ministro Óscar Maúrtua, quien es un diplomático de carrera, aunque no lo parezca.

El hecho que la dictadura castrista haya enviado a uno de sus mejores espías y operadores internacionales a Lima como embajador, no puede ser gratuito ni producto de la casualidad. Y preocupa que esto haya ocurrido precisamente ahora que estamos bajo un régimen empeñado en sacar adelante una ilegal asamblea constituyente que, atendiendo los disparates del “socialismo del siglo”, llevaría a perpetuarse en el poder a quienes hoy lo tienen.

Recordemos que Torre Tagle ha sufrido un histórico manoseo de parte del régimen, primero al haber designado a Béjar como canciller, y más tarde al materializar la propuesta de colocar como embajador en Panamá y luego en Venezuela a Richard Rojas, un personaje investigado por mover dinero oscuro de Vladimir Cerrón y que a todas luces no mostraba ninguna virtud como para ser un representante en el exterior, ni siquiera ante la tiranía de Nicolás Maduro.

El canciller Maúrtua ha sido citado al Congreso por permitir la presencia del “Gallo” Zamora en el Perú junto a su esposa, que también es sindicada como una coronel de la inteligencia del criminal y eterno régimen comunista de Cuba. Debe dar las explicaciones del caso a los legisladores y en especial a los peruanos. Y a propósito, ¿no van a decir nada los que se proclaman como “defensores de los derechos humanos”? ¿O es que eso no cabe cuando de por medio están Cuba y Venezuela?