Ayer, durante la clausura del año académico en la Escuela de Oficiales de la Policía Nacional, en Chorrillos, el presidente Martín Vizcarra afirmó, con mucha pertinencia, que ofrecerá todo su apoyo a los agentes que en cumplimiento de su deber, y en defensa de la sociedad a la cual se deben, hagan uso de su arma de reglamento para enfrentar a la criminalidad que nos agobia a todos los peruanos, sin distinción.
Frente a los 294 flamantes alfereces de la Policía, el Mandatario ha señalado que el ministro del Interior, Carlos Morán, cuenta con instrucciones destinadas a dar todo el apoyo legal a los agentes que se vean obligados a usar sus armas contra los hampones. “Mi apoyo a estos policías es total”, dijo el presidente Vizcarra, quien mencionó las últimas intervenciones, en que se ha visto a los delincuentes reducidos, engrilletados y en el suelo.
Estas palabras son importantes, pues también deberían servir de llamado de atención a los delincuentes. Es bueno que sepan que el Estado tiene la potestad de combatir el delito no solo con jueces, fiscales, leyes y códigos, sino también con los fusiles AKM y las pistolas calibre 9 milímetros que se entregan a los custodios para que defiendan a los ciudadanos. Esto ocurre en cualquier país civilizado, y el Perú no tiene por qué ser la excepción.
Recordemos el caso ocurrido hace pocas semanas, en que un prontuariado delincuente evadió un control policial en La Victoria y tuvo que ser eliminado a tiros en una calle de Santiago de Surco al casi atropellar, en un nuevo intento por escapar, a un agente motorizado. ¿Alguien podría objetar el uso de las armas en situaciones como estas? La vida de un policía o la de cualquier ciudadano está por encima de la de los hampones que ofrecen resistencia.
La violencia en las calles es uno de los principales problemas que afrontamos, y con policías atados de manos, por temor a acabar enjuiciados o dados de baja por disparar contra delincuentes cuando es necesario, no vamos a ninguna parte. El compromiso del Mandatario frente a los flamantes oficiales de la PNP tiene que ser apoyado por todos, más allá de cualquier diferencia política en otras materias. Recordemos que la inseguridad cobra vidas todos los días.