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Diciembre es el mes más corto aunque tenga 31 días. La impresionante movilidad que registran sus semanas y días no tiene comparación durante el año. El Banco Mundial confirma que durante esta época la economía planetaria tiene un notable repunte mostrando un crecimiento exponencial geométrico por la dinámica del comercio; además, en América Latina, por ejemplo, se realizan los balances e inventarios de rigor y suelen realizarse pagos extraordinarios (gratificaciones, aguinaldos, etc.) por compensaciones laborales. La gente cuenta con mayor liquidez, pero también con notable aumento en el gasto. Diciembre, en que culminan las metas académicas y laborales, es un mes social por antonomasia. Las ceremonias de graduación son pan de cada día y se desechan las fórmulas dietéticas, privilegiándose los banquetes y las recepciones, sin limitación. Mucha gente sube a los aviones escapando del crudo invierno septentrional para gozar de los cálidos climas australes. La fiesta de Navidad, que tiene una connotación universal porque sobrepasa a una pura celebración cristiana, crea un fuerte contexto para acrecentar, guste o no, la sociedad de consumo. Suma el festejo del Año Nuevo en los cinco continentes. En Europa, donde pronto estarán en invierno, el turismo se mantiene interesante respecto de los meses de verano para el Viejo Continente, que es temporada alta. Las protestas sociales o los proyectos políticos son un muy mal negocio en este mes, donde los días hábiles, que son pocos,terminan siendo muchos menos y hasta las treguas se imponen a los conflictos. La concentración para optimizar el rendimiento laboral se reduce hasta en 30%, mostrando su mayor impacto en el sector estatal.La conducta y actitud psicológicas de las personas cobran un giro notable. En nuestros países se registra un alto número de reconciliaciones de parejas -muchos trámites de divorcio son suspendidos o descartados- y los acercamientos familiares prosperan, verificándose incluso un aumento en la tasa de embarazos. A pesar de los inevitables avatares, diciembre, que está comenzando, es el mes de la felicidad internacional.