La traumática semana que precedió a la designación de Francisco Sagasti puso a los jóvenes en el centro del debate. ¿Cómo conectar con ellos, entender sus actitudes, hacer que de generación desconcertada pasen a ser la del Bicentenario, que sepa lo que quieren para nuestro país y estén dispuestos a luchar por ello? Esencial entenderlos desde la política, la confrontación y el nuevo lenguaje de masas.

Por primera vez una red social china conquista Occidente. TikTok divide a Estados Unidos de China y se cuela en guerras y campañas políticas. ¿De qué se trata? ¿Por qué en política ganan los que primero llegan a ella y no los que mejor la usan? TikTok está en boca de periodistas, analistas nacionales e internacionales, políticos y empresarios. Donald Trump la consideró amenaza a la seguridad nacional y ordenó a ByteDance que la vendiera en 90 días a una empresa nativa, entendible dentro de la guerra tecnológica.

La llamada «Generación Z» es la gran usuaria de TikTok cuya propiedad es disputada por Microsoft y por Twitter. Como  plataforma de microvideos cerró el primer semestre 2020 con 2.000 millones de descargas. Un gran éxito que va más allá de una moda muy favorecida por la pandemia también en Latinoamérica. TikTok llegó a la política para quedarse con su  nuevo lenguaje de masas hiperconectadas y su red basada en videos verticales que ocupan toda la pantalla. Los tiktokers acumulan contribuciones de sus jóvenes seguidores y se filtran en una grieta generacional, no partidaria, cuya diferencia está en el público objetivo. Por eso el flamante Ministro de Educación, Ricardo Cuenca, anuncia que ha abierto su cuenta para conectar con estos jóvenes cada vez más impacientes y de cansancios rápidos por la saturación de contenidos. El nuevo lenguaje de música y emojis ya está aquí para compartir los cambios y ponerse en guardia. Bien por la intención.

TAGS RELACIONADOS