En estos meses de pandemia, estamos atendiendo las urgencias inmediatas desatadas por la enorme crisis que enfrentamos. Sin embargo, creo que es importante también darnos tiempo para reflexionar sobre cómo llegamos a este punto, qué pudimos hacer mejor y, sobre todo, qué cambios fundamentales debemos realizar para que esto no vuelva a suceder.
En esa línea, una reflexión valiosa sobre este tema ha sido expresada en el documento “Principios para un futuro sostenible de América Latina, en tiempos de pandemia y crisis planetaria”, en donde junto a otros políticos y personalidades públicas de América Latina, coincidimos en la necesidad de encaminarnos a un nuevo orden social, local, regional y global que tenga como base, al menos siete principios.
Estos son: el conocimiento científico debe sustentar las decisiones. La solidaridad debe guiar la respuesta ante las crisis. Avanzar hacia una economía del bienestar no sólo del crecimiento. Renovar los compromisos climáticos y de biodiversidad en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS). Poner el desarrollo de la tecnología al servicio de las soluciones. Revisión del rol del Estado y de la gobernanza. Desarrollar nuevos modelos de negocios que integren objetivos económicos, ambientales y sociales
Estas líneas de trabajo deberían guiar las acciones en este nuevo escenario. En el caso del Perú, llevamos más 20 años de crecimiento económico que no se han visto reflejados en la solución de problemas endémicos del país, como la desigualdad, la falta de acceso a salud de calidad, la corrupción o la informalidad. Estas omisiones hoy nos cuestan vidas. Es tiempo de abrir horizontes para enfrentar el mundo que ya está aquí.