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El presidente Martín Vizcarra debería hacerse un gran favor, tanto a él como al país, y buscar un premier con personalidad propia que esté en condiciones de afrontar los graves problemas que afectan a los peruanos y que sirva de contrapeso a un mandatario que parece más interesado en la popularidad y las encuestas, algo que no fue capaz de lograr el saliente César Villanueva y que se ha traducido en las últimas encuestas conocidas la semana pasada.

Se necesita un Poder Ejecutivo dedicado a luchar contra la inseguridad; a empoderar a los policías para que no los golpeen ni insulten con impunidad; a frenar la anemia, pero no a través de una aplicación para celulares; a apoyar a la gente que sufre los embates de la naturaleza; a apuntalar el crecimiento de la economía; a llevar el desarrollo a las regiones y a ordenar el tránsito a través de la prometida autoridad nacional.

No todo es apoyar a los fiscales Rafael Vela y José Domingo Pérez, y cuestionar al ya bien renunciado Pedro Chávarry. Estuvo bien pechar al Congreso fujimorista y exigir reformas políticas y electorales reclamadas por muchos sectores, pero el error fue promocionarlas como si fueran la solución a los problemas del país. No se trata de ofrecer un gabinete “paritario”, lo que se necesita es eficiencia, más allá de si el jefe de una cartera es hombre o mujer.

El nuevo premier debe estar en capacidad de trabajar desde el primer día con todo su gabinete para que haya más inversión minera siguiendo todas las exigencias ambientales, a fin de que el Estado sea más eficiente y los recursos que hoy existen lleguen a los colegios sin agua y sin carpetas, a los hospitales donde no hay gasas ni sábanas y a las comisarías que carecen de colchones para que descansen los policías luego de sus servicios. Eso es lo que requiere el país.

El Poder Ejecutivo tiene que trabajar de manera concreta para los peruanos, no para las encuestas ni el aplauso fácil que da la calle, y que más tarde quita si las cosas no caminan. El nuevo premier debería tener esto muy claro, a diferencia del saliente César Villanueva, quien parece que dio la razón en todo al Mandatario. El gobierno del presidente Martín Vizcarra tiene ante sí la gran oportunidad de dar un golpe de mesa y mostrar un nuevo rumbo en su gestión.