Si 2020 fue año de la COVID-19 y 2021 de la vacuna, el 2022 se recordará como el año del conflicto Rusia-Ucrania, por los efectos económicos no solo en el área de influencia del conflicto, sino a nivel mundial.
El gran tablero de ajedrez -como lo llamaba Brzezinski-, toma nueva forma y durará todo el próximo lustro y más.
El 2022 China renovó a Xi-Jinping (quien lo hace desde 2013) en un tercer mandato con mayoría absoluta y apoyo de los siete grandes en referencia a los funcionarios más poderosos del comité permanente. En Rusia recordemos que Vladimir Putin fue reelegido en 2018. En abril 2021, se promulgaron cambios a la constitución que le permitiría reelegirse dos veces más, lo que extendería su mandato al 2036.
En Israel nuevamente Likud, con la ultraderecha y los ultras ortodoxos y Netanyahu a la cabeza, toma el poder.
Estados Unidos tuvo elecciones del midterm con Donald Trump proyectándose a futuro, pese que han salido al frente nuevas figuras presidenciables como el gobernador de la Florida, Ron DeSantis, quien aumentó su caudal electoral en base a opiniones en temas tabúes como el de género, enseñanza de temas raciales y aborto. Quien suceda a Joe Biden lo hará a inicios del 2024.
Seguimos teniendo en la Unión Europea la preocupación del abastecimiento de energía por parte de Rusia a varios países, entre ellos Alemania, el más afectado.
América Latina no sale de los temas que la agobian hace décadas: pobreza, narcotráfico, minería ilegal, trata de personas, terrorismo y conflictos sociales, que son anclas que impiden surgir tras una política de “securitización”, particularmente migratoria en muchos de estos países.
La tendencia al 5G y vehículos eléctricos ve con buenos ojos al Perú, productor de dos de los elementos básicos para estos adelantos: litio y cobre. Dependerá de los peruanos comercializarlo como materia prima o como productos con valor agregado como baterías y conductores.
Los bloques mundiales de interés se van cerrando a finales de 2022, con más reveses políticos que discursos de conciliación. La guerra continua.