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Hoy se inicia la fiesta deportiva más grande del mundo y, a diferencia de lo sucedido en las últimas décadas, el Perú con la camiseta blanca y roja estará presente en la cita que atrae los ojos de la mayoría de habitantes del planeta. Hay motivos para estar orgullosos de ello y para disfrutar de Rusia 2018. No es un evento más.

Costó mucho llegar a esta justa deportiva, tanto en lo deportivo como en lo extradeportivo. Lo sucedido con el capitán Paolo Guerrero fue el último episodio de un largo camino. Sin embargo, nada fue impedimento para estar ahora en Rusia, con el equipo completo, a pocas horas del debut con Dinamarca, con el respaldo de una hinchada fiel que no se hace problemas por las distancias geográficas si de apoyar a la selección se trata.

Es imposible dejar de hacer mención a los jóvenes futbolistas que nos están dando la alegría de disputar el Mundial. A ellos, el máximo reconocimiento por su entrega y profesionalismo.

Atrás quedaron las generaciones de seleccionados que más hacían noticias por los escándalos extradeportivos de los cuales eran protagonistas en páginas policiales y del espectáculo.

Este reconocimiento también va para el comando técnico a cargo de Ricardo Gareca y para la nueva administración de la Federación Peruana de Fútbol, con Edwin Oviedo al frente, que dejó atrás décadas de fracasos y derrotas.

La fiesta empieza hoy en Moscú y somos parte de ella. Tenemos derecho a celebrar. Fue una larga espera que llegó a su fin. ¡Arriba, Perú!