La admisión de esta moción de vacancia presidencial suma una crisis política a la emergencia sanitaria y económica que venimos viviendo. Esta dura coyuntura sucede en uno de los momentos más críticos de nuestra historia, con decenas de personas muriendo todos los días.

El enfrentamiento sin cuartel que mantienen el Ejecutivo y el Legislativo desde el inicio de esta gestión solo tiene una víctima ya golpeada: el Perú.

El presidente Martín Vizcarra tiene que responder ante el Ministerio Público por sus actos dados a conocer en varios audios, pero debe hacerlo luego del fin de su mandato no porque lo merezca, sino porque hoy es lo mejor para el país.

El Parlamento, por ahora, debe dejar de entramparse en los intereses de sus cuestionados integrantes y ser coherentes con la gran responsabilidad que tienen en sus manos: dejar la base legal para que nuestro país pueda llegar a sus 200 años de vida republicana de la mejor manera posible y no esperar los emplazamientos presidenciales para aprobar las reformas electorales pendientes.

Reiteramos el llamado a la ponderación ante lo que pueda suceder durante el próximo Pleno, en que se debatirá y votará la vacancia del mandatario.