A estas alturas, afirmar que debido a la terrible crisis sanitaria generada por el nuevo coronavirus, uno de los sectores más afectados económicamente es el de la industria del entretenimiento, ya no es una novedad. Y quizá por esa cruda realidad, que uno de los programas nacionales de televisión más sintonizados y que más factura, no contemple al menos un “bolo” a sus participantes causó polémica en los últimos días.

Esta revelación de propia boca de varios participantes del programa “Yo Soy”, se dio a conocer justo cuando la cantante Susana Baca había enviado una carta al presidente Francisco Sagasti, pidiendo ayuda efectiva para sus colegas. Ante una inexistente versión oficial sobre el problema planteado, Christian Rivero, presentador del reality de imitación de Latina, salió a dar su opinión sobre el por qué no se contemplaría un pago a los competidores.

“Este escenario es la plataforma que nuestros imitadores necesitan para promocionar lo que ellos están haciendo durante este periodo de cuarentena, como conciertos virtuales, saludos, los dúos que hacen. Esta plataforma ayuda a eso, a que ellos sigan generando”, manifestó el conductor.

En pocas palabras, para Rivero, los concursantes, columna vertebral del espacio musical, deben estar agradecidos porque en épocas difíciles tienen la pantalla para promocionar sus emprendimientos artísticos y eso es suficiente. A la luz de los acontecimientos, que un exitoso programa de televisión, no tenga un presupuesto mínimo para gastos de sus participantes, con el pretexto de que con la exposición basta, no quiere decir que eso esté bien y que hay que aceptarlo como una verdad absoluta.

Porque si seguimos ese criterio, los concursantes de “EEG”, no serían los mejor pagados de la televisión, o cuando Gisela Valcárcel producía “El Gran Show”, eran conocidas las negociaciones para concretar a las figuras que formaban parte del programa, aunque estas no fueran top. Y ni hablemos de lo que cobran algunas figuras mediáticas para contar sus intimidades, entre otras, que no se mueven de su casa a un set de televisión si es que no haya un pago de por medio.

Por respeto al artista, no se debería tolerar que un programa en el que todos cobran, no lo hagan, precisamente, quienes son las estrellas del mismo. Para reflexionar.