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La ampliación de la legislatura es un buen paso del Congreso de la República para hacer cumplir la decisión de la mayoría de los peruanos de implementar la primera reforma tras el referéndum del último domingo. Comenzar por la reglamentación de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) es un buen paso y el primer reto de los legisladores.

La implementación de este cambio constitucional, con la desaparición del Consejo Nacional de la Magistratura y el nacimiento de la JNJ, deberá constituir además el acercamiento entre la representación nacional en el Legislativo y sus representados, tal vez a modo de reconciliación, y el camino será la lucha contra la corrupción.

Arrancar por debatir el origen del último escándalo de corrupción del país es necesario. La ratificación y el nombramiento de magistrados habían quedado truncos. De ahí la importancia de que el Ejecutivo elabore un buen proyecto de ley orgánica que ponga en funcionamiento de una vez dicha junta.

Por su parte, el Congreso de la República cumplirá una función más que fundamental para el debate del proyecto en sus respectivas comisiones, las mismas que deben sintonizar con la necesidad de un organismo honesto y transparente. Para ello, es necesario que los parlamentarios analicen la propuesta bajo la premisa del interés público.

Esperamos que, como ha pedido el presidente del Consejo de Ministros, César Villanueva, unan energías el Ejecutivo y el Legislativo y dejen de lado el revanchismo tras los resultados del referéndum. Tienen plazo hasta el 30 de enero del próximo año, tiempo suficiente para reglamentar esta primera reforma.