La moción de censura presentada por Fuerza Popular contra la ministra Marilú Martens ha traído consigo el pedido de cuestión de confianza del gabinete al Congreso de la República. La Constitución establece que si la confianza le es rehusada, o si es censurado, o si renuncia o es removido por el Presidente de la República, se produce la crisis total del gabinete. Estamos ad portas de una crisis política que -si no se producen cambios notables en la manera de gobernar- puede acabar con la disolución del Congreso. Fernando Zavala acusa de obstruccionista al Congreso y de dificultar la gobernabilidad del país. De poco parece sirvió la reunión de Keiko Fujimori con el Presidente de la República.
El desenlace final dependerá de la destreza de los políticos de ambos lados, que saben que están jugando con fuego. Se sostiene que el fujimorismo tiene una estrategia de vacancia contra el presidente Kuczynski y que todo lo que acontece forma parte de ella. La moción de confianza llevará la situación política al límite y obligará a las principales fuerzas políticas a sincerar posiciones.
A la par, es trascendental lo resuelto por el Tribunal Constitucional en lo referido a la ley antitránsfugas, ya que ahora se podrán formar nuevas bancadas. Lo que se decida en estos días en el seno de los principales partidos puede marcar un nuevo comienzo para PPK o el principio de su fin.