En este momento buena parte del mundo en el que viven nuestros alumnos está en una transición política y económica hacia no se sabe dónde, tanto desde la “derecha” como desde la izquierda”. El mundo está acercándose a una guerra de alcance mundial por la posible invasión rusa en Ucrania y los amagues nucleares de Corea del Norte e Irán, sumado a las potencialmente explosivas ambiciones chinas sobre Taiwán. Hay un creciente movimiento antivacunas que desconoce los saberes científicos y cuestiona el rol de los expertos. El mundo del empleo se está reformulando por impacto de la pandemia y la automatización. El medio ambiente se contamina y daña día a día teniendo los peruanos el derrame petrolero de Repsol a la vista. El gobierno peruano es muy inestable, con alta rotación de ministros, y actitudes pendulares respecto al desarrollo cívico y económico … todo lo cual nos evidencia un futuro nacional y mundial marcado por la incertidumbre e inseguridad.

Los padres de familia harían bien en preguntarse ¿qué de todo esto saben sus hijos escolares y cómo se ubican ante este panorama? Y quizá más profunda aún sería la pregunta ¿qué significa estar bien educados para estos tiempos?

Los congresistas podrían alentar al Ministerio de Educación a innovar y dar pasos hacia adelante en sus iniciativas en lugar de concentrarse en propuestas que reiteran debates ya deslindados sobre el terrorismo de 1980-2005 y el tratamiento pedagógico de la sexualidad humana que no es un tema para el “wishful thinking”.

Expropiarle al Minedu son rol rector no augura mayores avances en educación.