Entre 'Tobi' y 'Lulú'

El primero fue presidente de la República en dos oportunidades, la otra estuvo muy cerca de disputar -¡en dos ocasiones!- una segunda vuelta que se le quemó en la puerta del horno electoral. Uno es el epítome del político sagaz -amoral, dirían algunos- que no se detiene ante nada para lograr sus objetivos. La otra es capaz pero 'monse' en el imaginario de miles de peruanos. Sin embargo, hay otro rasgo que hoy los diferencia y que probablemente no importe a muchos: mientras Alan 'Tobi' García solo sabe llevar agua para su molino político, 'Lulú' Flores Nano intenta fomentar nuevos liderazgos dentro de su partido, de cara a los próximos comicios y mirando más allá de ella misma.

No sería justo decir que el APRA carece de un trabajo de bases y que ha abandonado la promoción de nuevas figuras. Pero si nos guiamos por lo que ocurre en Arequipa, donde se acaba de anunciar que el partido apostará por el veterano Daniel Vera Ballón como candidato en los comicios regionales de octubre, la renovación de cuadros no parece ser una bandera prioritaria en esta agrupación, que orbita exclusivamente alrededor de García y sus expectativas en el 2016.

De ahí que resulte bastante ilustrativa la comparación entre dos personajes que han marcado la agenda política peruana en las últimas tres décadas. ¿Quién apuesta por consolidar una organización moderna, democrática, donde los jóvenes tengan una 'vida política' más allá del Número 1 del partido? ¿El APRA, dos veces gobierno pero con obvios problemas para escalar en un mercado político más allá de García, o el PPC donde jóvenes parlamentarios y regidores, con sus aciertos y equívocos, refrescan la coyuntura?

La respuesta se las dejo a ustedes. Creo que Lourdes Flores y compañía también dejaron ir, en su momento, a otros experimentados dirigentes que, agobiados por el peso de su lideresa, tuvieron que armar tienda aparte, pero no deja de ser interesante observar si acaso 'Lulú' está logrando aprender de esas y otras metidas de pata. Hoy que se habla de pleitos internos para definir un candidato a la Alcaldía de Lima -travesía en la que Lourdes ha reiterado que no se embarcará-, hay que ver cómo con Pablo Secada el PPC inaugura un estilo respondón que bien podría empatar con la efectividad en la gestión edil que encarnan otros precandidatos como Rafael Santos, alcalde de Pueblo Libre, quien suma un importante respaldo partidario.

Al final, quizás este no sea un punto relevante y seguirán ganando las elecciones los caudillos con partidos amoblados según sus intereses. Pero eso no quiere decir que pasemos por alto los esfuerzos –por tímidos que aún sean- por cambiar el horizonte en la alicaída política peruana.