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Los peruanos despertamos ayer con la inmensa alegría de conocer la habilitación de Paolo Guerrero para cumplir su sueño y el de todos los aquí nacidos: verlo jugar el Mundial Rusia 2018, al que llegamos con los goles del capitán, así como con el esfuerzo y el pundonor de todo un equipo y de una hinchada que ni en los peores momentos de la fase clasificatoria dejó de alentar. Hoy los temas duros que suelo tratar en este espacio quedan de lado. Hoy toca hablar de la selección.

Ayer por la mañana, al conocer la noticia de la habilitación de Paolo, fue imposible olvidar el largo y complicado camino para llegar a Rusia. Fuimos los últimos en clasificar tras el repechaje con Nueva Zelanda, al que accedimos por la mano de Dios y del arquero colombiano David Ospina, quien si no tocaba la pelota en un tiro libre indirecto de nuestro capitán nos dejaba afuera y permitía el pase de Chile a la repesca.

Imposible olvidar también cuando el 28 de marzo del 2017, en momentos en que el Perú sufría los embates de El Niño costero, la selección se armó de coraje y le volteó el partido al Uruguay de Luis Suárez y de Edinson Cavani. El gol del empate vino de Paolo, quien a punta de fuerza física, velocidad y maña se sacó de encima a Diego Godín, uno de los mejores defensas centrales de la mundo, antes de vencer al arquero Fernando Muslera. Desde ese día, Perú no volvió a perder un solo partido.

Ya en los días previos al partido de ida con Nueva Zelanda, nos llegó la noticia de la suspensión de Guerrero. Incluso así clasificamos con los goles de Jefferson Farfán y de Christian Ramos. Luego vinieron los triunfos amistosos ante Croacia, Islandia y Escocia; pero nos faltaba el capitán, que desde ayer por la mañana, por fin, está de vuelta y seguro con harta pólvora contenida en los chimpunes para cobrarse su revancha personal por su casi destierro de Rusia 2018.

Sin embargo, las adversidades han quedado atrás. Lo malo y la incertidumbre pasaron ya. En breve, Paolo Guerrero se unirá a la escuadra y llegaremos con toda nuestra potencia al debut ante Dinamarca este 16 de junio, de la mano de ese técnico excepcional que es Ricardo Gareca, a quien se debe retener para las próximas clasificatorias. Estamos completos y nadie nos deber parar en este Mundial al que llegamos pese a todo.