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Los proyectos mineros en el Perú, a pesar de haber bajado los precios de los minerales, son de singular importancia para el erario nacional, de allí la importancia que tienen para el desarrollo del país.

Durante el gobierno del presidente Humala, los agitadores y falsos ambientalistas lograron su propósito de detener Conga y, en efecto dominó, otros como Tía María. Siempre su caballito de batalla fueron los temas ambientales; en Conga pretextaron que se afectarían las cabeceras de cuenca, las aguas superficiales y subterráneas, etc. El Gobierno, ante ello, dispuso que se ejecutara un peritaje internacional sobre estos temas y quedó claro que eran simples pretextos, es por ello que estos personajes ya no continuaron con su mensaje ambiental, sino que lo llevaron al tema político utilizando las muertes que se habían producido debido al trabajo de desinformación a la población y a su insana propuesta de atacar a las fuerzas del orden.

Similar trabajo hicieron en Arequipa en el proyecto Tía María. Primero pretextaron el uso del agua y otros motivos ambientales; cuando la empresa tomó la decisión de desalinizar el agua y remediar temas ambientales, lo llevaron al tema político nuevamente aduciendo falta de acción del Estado y atemorizando a los pobladores que no compartían su posición. Hasta el momento, tal como Conga, el proyecto está detenido.

Los falsos ambientalistas y agitadores tienen un propósito, que es el crear el caos, que el Perú se detenga y prime el desorden para poder llegar al poder; ahora sigue Las Bambas. Cuidado, Perú.