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De manera errada, gran parte de las autoridades piensa que sus gestiones pueden convertirlas en sus chacras y aprovecharse del cargo para colocar en puestos clave a familiares, amigos y compañeros de partido o movimiento que los llevaron al poder.

Un claro ejemplo fue la presencia de la ex primera dama de la Nación Nadine Heredia durante el gobierno de su esposo, Ollanta Humala. El poder que concentró dicha persona fue conocido luego de divulgarse informes periodísticos que daban cuenta de la interferencia e influencia que tenía en la decisión de asuntos de Estado. Hoy, dicha pareja enfrenta problemas con la justicia y será el tiempo el que ayude a determinar si son o no responsables de las denuncias que pesan sobre ellos.

La presencia de familiares, sobre todo, es frecuente en gobiernos regionales y locales, donde estas personas se atribuyen funciones sin respaldo legal.

Tiempo atrás se puso al descubierto la injerencia que tenía la hija del gobernador de Moquegua, Zenón Cuevas, en la designación de funcionarios.

La semana pasada también se conoció que el hermano del gobernador de Tacna, Juan Tonconi, realizaba coordinaciones con algunos gerentes de la administración regional.

En Puno se informó de la presencia de familiares del entorno del gobernador Walter Aduviri en designaciones de puestos.

En Arequipa, el asesor del gobierno regional y mano derecha del gobernador Elmer Cáceres, Hugo Mendoza Choquehuanca, logró que cuatro de sus hermanos trabajen en diferentes oficinas.

Son situaciones que enturbian las gestiones regionales en el sur del país, donde el cuestionamiento a dichas autoridades aumenta por los desaciertos que tienen, como permitir la presencia de familiares en la toma de decisiones.